Los ortoconos, cefalópodos gigantes paleozoicos.
Si te pregunto cuál es el cefalópodo más grande conocido, seguramente me dirás: ¡el calamar colosal, Mesonychoteuthis hamiltoni! (con una longitud total estimada de entre 12 y 15 m, y un peso máximo estimado de 750 kg).
Podrías añadir: ¡el calamar gigante, Architeuthis! (que, se estima, puede medir entre 6 y 13 m, y pesar unos de 312 kg en hembras, notablente mayores que los machos).
Estoy totalmente de acuerdo. Pero, hay algo que es probable que no se te haya ocurrido en estos momentos… hace muchos, muchos millones de años, existió un animal que no tenía nada que envidiar a todos éstos… el gigante Cameroceras.
Cameroceras, navegando los mares silúricos.
Los endocéridos (Endocerida), grupo al que pertenece este gigante, fueron cefalópodos muy abundantes en los mares silúricos (444-419 M.a.).
Cameroceras, haciendo honor a su nombre (del griego, kamára, cámara, y keras, cuerno; «cuerno alojado en una cámara»), tenía una enorme concha externa cónica que estaba dividida en distintas cámaras internas, de las que el animal sólo ocupaba la última.
El animal podía llenar y vaciar las cámaras de agua a gusto, pudiendo así regular la flotación y situarse a las distintas profundidades. Es, por ello, se le considera dentro de los nautiloideos (Nautiloidea), la subclase que engloba unos de los actuales fósiles vivientes más conocidos del mar, los Nautilus.
Los Nautiloideos, parientes de Cameroceras.
Los nautiloideos aparecieron a principios del Paleozoico, siendo los principales depredadores marinos, y desarrollaron una amplia variedad de formas de su concha, entre ellas, la cónica y recta de los «ortoconos» como Cameroceras. Se conocen más de 2.500 especies de nautiloideos, aunque son sólo cuatro las que han perdurado hasta la actualidad.
Los cefalópodos actuales no han mantenido la concha externa salvo en el caso de los Nautilus y, si queremos tomarnos la licencia, se podría llamar falsa concha externa al oviscapto del Argonauta. El resto del grupo, tiene concha interna o no tiene.
Un buen tándem de ventajas: flotación neutra y respiración mejorada.
Desde escritores (el submarino de Julio Verne se llamaba así), hasta ingenieros (¡existe un prototipo del submarino Nautilus!), los nautiloideos han inspirado a las grandes mentes de todos los tiempos. Pero, además, tienen una característica muy peculiar y es que tienen las branquias duplicadas.
Normalmente, los animales con branquias tienen sólo un par de ellas. Pues estos animales tienen cuatro, algo único en el reino animal, por lo que también se les llama tetrabranquios. ¿Podría eso darles ventaja a la hora de respirar bajo el agua frente al habitual par de branquias?
Los ortoconos no eran muy diferentes a los actuales pulpos y calamares. Veámoslos en las siguientes imágenes, entre los minutos 1:22 y 5:20.
Este episodio de ‘Caminando entre Dinosaurios’ está co-protagonizado por Cameroceras, (aunque lo nombra como «ortocono»). Se trata del mayor cefalópodo endoceratoideo conocido durante el Paleozoico y el mayor depredador que el mundo había conocido hasta la fecha. Hasta que llegaron Mesonychoteuthis y Architeuthis. ¿El cefalópodo más grande conocido
Desventajas del cefalópodo más grande conoconido: Sensibilidad a la luz.
Por ser animales que probablemente vivían en las grandes profundidades marinas, donde escasea la luz, tenían ojos muy rudimentarios, lo que el buceador del video aprovecha…
Cuando se siente acorralado por el gigantesco Cameroceras, le enfoca con su linterna a los ojos, ahuyentándole. Desorientado, Cameroceras acaba comiéndose un escorpión marino al que despedaza con su pico óseo.
Al tener una vista poco aguda, los endocerátidos se guiarían por otros sentidos, como el olfato. No eran muy rápidos, seguramente debido a su gran tamaño. El fósil más grande encontrado se estima que medía ¡6 m de cocha! ¡A eso añádele los brazos y los tentáculos! Aunque, anteriores investigaciones lo situaban en 11 m de concha… ¡Menudo bicharraco!