¿SUEÑAN LOS PULPOS?
Si la vida fuera un sueño…
¿Otro Octopus albino? ¡No! Este es uno de los pulpos normales, pero… ¡soñando!…
Rebecca Otey, estudiante del Butterfly Pavilion (Colorado), grabó en octubre del 2017 estas mágicas imágenes de un pulpo (Octopus bimaculoides) en el laboratorio.
Octopus bimaculoides durmiendo en el laboratorio de Rebecca Otey (Butterfly Pavilion, Colorado).
Los pulpos son expertos cazadores de otros invertebrados y peces, a los que agarran con sus cuatro pares de brazos y desgarran con sus mandíbulas en forma de pico de loro. Y, ¡son muy activos y voraces! No sería de extrañar que soñaran con la libertad y poder cazar exquisitos manjares estando recluidos en un acuario…
Una revolución: el sueño de los pulpos.
Videos como éste o como el de Heidi (la Octopus bimaculoides del acuario de David Scheel, de la Pacific University de Alaska) se han hecho virales en estos últimos tiempos. Y es que, ¡impresiona observarlos!.
Si no, no tienes más que observar a Heidi:
Heidi, la Octopus bimaculoides del acuario de David Scheel, (Pacific University, Alaska).
Sería muy emocionante pensar que los pulpos sueñan. De hecho, en enero de este mismo año se publicó un artículo científico describiendo la fase REM de las sepias (Sepia officinalis). Es la fase del sueño durante la que los vertebrados soñamos. En las sepias que viven en la naturaleza, parece ser cíclica.
Teresa Iglesias y su equipo (University of California Davis) sugieren que los cefalópodos pasan por un estado similar al sueño, durante el que tienen un comportamiento semejante al del sueño REM de vertebrados, con, por ejemplo, movimientos rápidos de los ojos. ¡Echa un vistazo al artículo en este enlace!
Diferencias básicas en la estructura cerebral.
Ahora, ¿no son los pulpos cerebralmente diferentes a nosotros? ¿Por qué van a tener que soñar “a la forma humana”? Podría ser que las estructuras cerebrales durante sueño fueran distintas en cefalópodos y humanos.
No se conocen bien estos mecanismos, aún, pero recordad que los cefalópodos son invertebrados, aunque mucho más avanzados e inteligentes que sus colegas de grupo (otros moluscos) y que algunos vertebrados…
Además, su cerebro tiene, literalmente, forma de “donuts”. Las diferencias son bastante contundentes. Así que, todavía es pronto para saber si los cefalópodos pueden soñar, o incluso dormir, como nosotros.
Una cuestión de interpretación.
Algo parecido piensa Michael Vecchione, experto teutólogo (así se llama a los “cefalopoderos”) del Instituto Smithsonian (Washington).
Según él, “es una cuestión de interpretación” y “debemos ser cuidadosos introduciendo nuestra propia perspectiva al interpretar el comportamiento de otros animales”.
El antropocentrismo nos persigue, donde quiera que vamos…
Sin embargo, el hecho de que se haya observado un comportamiento como éste en cefalópodos abre camino para futuros estudios. Y, quién sabe qué fascinantes descubrimientos se alcanzarán.
De momento, podemos disfrutar de estos hipnóticos cambios de color.
¡LA NATURALEZA ES MARAVILLOSA!