El esquivo Vampyroteuthis infernalis, el Calamar Vampiro del Infierno.
El Calamar Vampiro fue filmado por Nautilus Live (‘The Ocean Exploration Trust’) en las cercanías de la isla de Socorro (México), a 1260 m. de profundidad. Puedes ver el video de la filmación en este enlace.
En el video, puedes ver a un extraordinario y raro animal, mitad pulpo, “mitad calamar”, del cual los científicos saben cada vez más, a pesar de lo difícil que es encontrase con él. Se trata de Vampyroteuthis infernalis, el Calamar Vampiro del Infierno.
El linaje del Calamar Vampiro.
Pertenece al linaje de los Vampyropoda, que aparte de incluir a éste único miembro vivo de la subclase Vampyromorpha, también incluye a los pulpos cirrados e incirrados. Tanto a los vivos como a los extintos.
Y, eso de que es mitad pulpo, mitad calamar, ¿a qué se refiere? Es debido, entre otras características morfológicas, a sus estatocistos.
Los estatocistos son uno de los órganos del equilibrio de los invertebrados, y en Vampyroteuthis combinan características de ambos, octópodos y calamares, lo que confirma que este animal es una reliquia cercana al antepasado de ambos grupos. Como también es el caso de Palaeoctopus, por ejemplo.
¿Por qué el Calamar Vampiro es tan difícil de ver?
Pero, ¿por qué es esta criatura tan esquiva? Porque vive en aguas oscuras, pobres en oxígeno y a profundidades extremas. La máxima fue registrada cerca de los 3000 m, pero tal vez pueda alcanzar fondos más profundos.
Los vehículos operados a distancia (ROVs), el último grito en sumergibles, han sido decisivos para estudiar a estos evasivos seres; y, en este sentido, el trabajo del ‘Monterey Bay Aquarium Research Institut’ y ‘The Ocean Exploration Trust’ ha sido determinante para conocer un poco más sobre esta especie, entre otras muchas que habitan aguas profundas.
Atajos para la supervivencia.
Y, ¿cómo sobrevive el Calamar Vampiro en aguas tan profundas, oscuras, frías y sin oxígeno? Le ayuda tener bioluminiscencia. Posee diferentes tipos de órganos luminosos distribuidos por todo el cuerpo, como los que se encuentran en la base de las aletas o los ubicados en las puntas de sus ocho brazos.
Además, desde la punta de los brazos libera un fluido viscoso con partículas luminosas de tamaño microscópico, que forma una nube que brilla alrededor del animal, lo que parece ser una estrategia para ahuyentar a los depredadores.
También tiene largos filamentos retráctiles y sus ventosas están cubiertas de moco, todo ello utilizado para “pescar” su alimento, la nieve marina, compuesta de desechos biológicos que caen desde más arriba en la columna de agua. Mmm, ¡qué apetitoso!
Por otro lado, el metabolismo de este animal es el más bajo jamás medido en un cefalópodo, por lo que tiene que reducir su uso de energía… Y, esto lo consigue utilizando las aletas como medio principal de locomoción, y disminuyendo el uso de la propulsión a chorro, el principal medio que usan estos animales, generalmente.
La energía que ahorra la emplea en la reproducción. Sí, porque el calamar vampiro produce huevos en varios ciclos a lo largo de su vida, al revés que otros cefalópodos coleoideos, que generalmente experimentan sólo un ciclo de reproducción.
Los científicos piensan que la etapa adulta del Calamar Vampiro dura hasta ocho años, con una vida total aún más larga. Mientras tanto, la mayoría de los calamares y pulpos se reproducen una sola vez y no viven más que uno o dos años.
Por lo tanto, el Calamar Vampiro se beneficia de tener una mayor longevidad, permitiéndose, así, más cantidad de ciclos de reproducción a bajo coste.
Un inframundo de ventajas para el infernalis.
Todas estas características ayudan a Vampyroteuthis a sobrevivir en aguas profundas con poco oxígeno. Además, en estos ecosistemas suele haber menos depredadores, debido a la escasez de presas, lo que se desprende de lo difícil que es sobrevivir en estos ambientes.
Aunque tiene ese nombre tan aterrador que ha inspirado mitos y leyendas, el comportamiento de Vampyroteuthis no es tan intimidante. Es un animal pequeño de movimientos lentos que, probablemente, vive gran parte de su vida cabeza abajo, con una longitud máxima del manto de 21 cm, medida que cubre desde los ojos hasta el final de la «cabeza» en los octópodos.